Salimos desde Puyuhuapi en dirección a Chaitén y el Parque Nacional Pumalin. Por el camino encontramos algunas localidades conocidas como La Junta (unión de dos grandes ríos e ideal para los que disfrutan con la pesca deportiva, kayac…etc) , Villa Santa Lucía (tristemente conocida porque en 2017 la sepultó un aluvión) y Puerto Cárdenas con su imperdible Lago Yelcho, famoso para los pescadores con mosca que llegan aquí de todas partes.

Parque Nacional Pumalin
Nuestra siguiente parada antes de llegar a Chaitén es el Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins que tiene su entrada del sector Sur a tan solo 25 Km de Chaitén (20 minutos aprox.), en la localidad de El Amarillo
Denominado “El Centro del Mundo”, por su ubicación estratégica en la Carretera Austral, el Amarillo tiene paisajes de sobrecogedora belleza. El Volcán Michimahuida, el Cerro Tabique y el río Amarillo, dan la bienvenida a esta villa ubicada en la entrada sur del Parque Pumalín. Hay una oficina del parque Pumalín y un centro de información ubicados al final del pueblo. Ojo, porque al llegar al Parque, el centro de visitantes se encuentra en un alto a la derecha, junto a un pequeño parking detrás del cartel que indica el mapa del parque, porque si seguimos la carretera hacia delante, como nos pasó a nosotros, no entramos en el parque sino que te desvía hacia otras carreteras. El acceso a los diferentes senderos es una carretera que se adentra a la izquierda una vez dejado el centro de visitantes.

Douglas Tompkins fue un empresario convertido en conservacionista. Fundó marcas como The North Face y Esprit antes de dedicarse a la protección del medio ambiente. Adquirió muchísimas tierras en la Patagonia chilena, y aunque al principio tuvo en contra a las poblaciones locales e indígenas de esas tierras, poco a poco demostró que la compra había sido precisamente para conservar la zona, protegerla de la especulación y trabajar para que esta zona de Chile se mantuviera intacta. Creó la Fundación que lleva su nombre y finalmente donó las tierras al Gobierno chileno para que siguiera protegiéndolas como Parque Nacional, y preservar así la Naturaleza. Hoy en día su mujer aún continua al frente de la Fundación liderando proyectos conservacionistas. El falleció haciendo kayac en el Lago Carreras, por hipotermia.
En los bosques del Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins el protagonista indiscutible es el buscado Alerce, conservando el 25% del total de las especies que quedan el país. El parque fue catalogado por la UNESCO como Reserva de la Biosfera de los Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes.



Información del parque
- Abierto de lunes a domingo de 08:30 a 18:00 hrs.
- El cierre del parque para acceso a camping y senderos es a las 18:00 hrs., después de este horario el acceso al parque en sector El Amarillo queda cerrado por seguridad.
- La entrada es gratuita (se paga para acampar solamente)
- Recuerda que siempre debes registrarte con Conaf al ingresar a cada Parque Nacional y cancelar la tarifa establecida para cada área.
El Parque tiene dos accesos, desde El Amarillo (parte sur) o desde Caleta Gonzalo (norte). Dependiendo desde dónde se acceda se pueden realizar diferentes senderos, tenlo en cuenta para no dirigirte a otra zona si quieres hacer un sendero concreto.
En su página web tienes toda a información sobre cada uno de los senderos, desde dónde salen, en qué sector se encuentran, dificultad, distancia….etc.

Nosotros queríamos hacer el Sendero Ventisquero pero ese día, aparte de llover mucho, la niebla había cubierto todas las cumbres, por lo que en el centro de visitantes nos recomendaron que no lo hiciéramos. Decidimos hacer el de la Ranita Darwin, un sendero circular de 4 Km y fácil, con algunos miradores en su recorrido. Un primer y bonito contacto con la flora de esta zona.
IMPORTANTE: Antes de ir, comprobar en la página de CONAF si todos los senderos están habilitados según la meteorología o las obras de manutención. La carretera desde Chaitén a Caleta Gonzalo está actualmente en muy mal estado, ripio lleno de agujeros y una conducción muy lenta.
Y después de esa experiencia, como nos supo a poco, hicimos otro sendero corto para ver los Alerces milenarios, árboles increíbles con siglos de antigüedad que impresionan por su altura y sus anchos troncos.
Desde allí nos fuimos a Chaitén a cenar y nos alojamos en el Lago Yelcho, una cabaña muy bien equipada a orillas del lago, una pena no habernos quedado más días para disfrutar del entorno.

